CRÓNICA DE LA FIESTA
DIOCESANA DE LAS ESPIGAS, CELEBRADA EN ÉCIJA
El pasado 11 de Junio, se vivió en la ciudad de las Torres, Écija, la
Vigilia Diocesana de Espigas, organizada por los Consejos Diocesanos de ANE y
ANFE y la Sección adoradora de Écija. Se congregaron adoradores y adoradoras de
toda la Archidiócesis de Sevilla, para adorar a Jesús Sacramentado.
La
recepción de los adoradores se produjo en la Parroquia de Santa María Nuestra
Señora. Sobre las 10 de la noche comenzó la tradicional Procesión de Banderas
con las Secciones adoradoras ordenadas por antigüedad y siguiendo a la Cruz Parroquial, acompañada por
dos ciriales, recorrieron el trayecto que les llevaría a la Parroquia Mayor de
Santa Cruz.
Todo estaba preparado en la impresionante
y acogedora Iglesia parroquial donde presidía el Altar Mayor, la Virgen del
Valle, Patrona de Écija.
Con todas las banderas de la Secciones
colocadas en torno al Altar, dio comienzo el rezo del Santo Rosario, seguido del
canto de entrada que interpretó primorosamente la Coral de Écija. Tras la salutación
del presidente del Consejo Diocesano de ANE, comenzó la Santa Misa, presidida
en esta ocasión por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo auxiliar de Sevilla, Mons. D.
Santiago Gómez Sierra, y concelebrada con los sacerdotes del arciprestazgo de
Écija y D. Teodoro León, Vicario General de la Archidiócesis y director
espiritual de la Adoración Nocturna Diocesana.
En su homilía, Mons. Santiago, analizó la
situación de la Adoración Nocturna. “…los adoradores ocupan en sus vigilias el
lugar de la pecadora, pues las vigilias de adoración no son otra cosa que un
detalle de amor al Señor…” Terminada la Eucaristía D. Santiago expuso el
Santísimo Sacramento, dando comienzo los Turnos de Vela.
Terminado el rezo de Laudes, se organizó
la Procesión Eucarística con el Santísimo Sacramento, bajo palio, por las
calles de la localidad. Llegados al altar dispuesto para la bendición en la
Plaza de Santa María, el Rvdo. D. Francisco Reina Chía, párroco de la Mayor de
Santa Cruz impartió la Bendición con Su Divina Majestad y Reservado por el
Rvdo. D. Francisco Moreno Aldea, párroco de Santa María Nuestra Señora.
Con el canto de la Salve a la Virgen María
y la despedida de los adoradores, finalizó la solemne Vigilia de las Espigas, regresando
a sus casas llenos de paz y gozo espiritual.
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