ESPAÑA TIERRA DE MARÍA

ESPAÑA TIERRA DE MARÍA

sábado, 28 de enero de 2017

“TESTIGOS DE LA ESPERANZA Y LA ALEGRÍA”


   …es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada  que se celebra el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo. Un día para mirar “a la vida consagrada y a cada uno de sus miembros como un don de Dios a la Iglesia y a la humanidad. Juntos damos gracias a Dios por las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la contemplación o a las obras de apostolado, por las Sociedades de vida apostólica, por los Institutos seculares, por el Orden de las vírgenes, por las Nuevas Formas de vida consagrada y por otros grupos de consagrados, como también por todos aquellos que, en el secreto de su corazón, se entregan a Dios con una especial consagración”, recuerda el presidente de esta Comisión, Mons. Vicente Jiménez Zamora.

LA LIBERTAD RELIGIOSA UN DERECHO PRIMARIO





miércoles, 18 de enero de 2017

ARRODILLARSE, UN GESTO NECESARIO
"Nadie coma esta carne sin antes adorarla" (San Agustín)


     Disminuye paulatinamente el número de fieles que se arrodillan en las iglesias, sea ante la Sagrada Forma expuesta en la custodia o durante el canon de la misa.
     Algunos perciben el estar de rodillas como una costumbre algo humillante, que coarta su libertad. Otros quizás opinan que es un gesto innecesario, que nada añade a la devoción interna. También se invocan las primeras comunidades cristianas, donde arrodillarse no se practicaría, a la vista de algunas representaciones orantes –de pie y con las manos extendidas– que figuran en las catacumbas.   Determinados movimientos eclesiales nuevos parecen empeñados en erradicar la postración, el arrodillamiento y la genuflexión en la liturgia, pese a lo contenido en el misal.
     Por último, dado el rechazo generalizado por sus raíces que siente la sociedad occidental, somos capaces de ver espiritualidad en las posturas del yoga y no en las del rito católico; sin duda el clima de cristofobia que padece nuestra Europa occidental llega incluso a “seducir” a los creyentes y a provocarnos una especie de complacencia en negar los usos litúrgicos, o mantener frente a ellos una actitud de superior condescendencia.
     La Ordenación General del Misal Romano (2002) establece que los fieles durante la consagración deben estar de rodillas, salvo que no puedan por razón de enfermedad, estrechez del lugar u otra causa razonable que lo impida. Por otra parte, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en una instrucción del año 2002 (1322/02/L) reconoce el derecho a comulgar de rodillas a los fieles que lo deseen.
     Por otra parte es falso que la postración sea un gesto poco evangélico y ajeno a las primeras comunidades cristianas. No hay más que leer las Sagradas Escrituras:

     “Josué rasgó sus vestiduras y se postró rostro en tierra ante el arca de Yavé” (Jos, 7, 6). “Ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará” (Is, 45, 23).“Los que estaban (en la barca) se postraron ante El” (Mt, 14, 33). “Dijo (el ciego): creo Señor, y se postró ante Él” (Jn, 9, 38). “toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua rendirá homenaje a Dios” (Rm, 14, 11). “al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos” (Flp, 2, 10). “Puesto de rodillas (Esteban mártir, al ser lapidado), gritó con fuerte voz: Señor, no les imputes este pecado” (Hc, 7, 60). “Pedro los hizo salir fuera a todos, y puesto de rodillas oró” (Hc, 9, 40). “Diciendo esto (San Pablo) se puso de rodillas con los otros y oró” (Hc, 20, 36). “Allí, puestos de rodillas en la playa, oramos” (Hc, 21, 5)

    La postración aparece en el Nuevo Testamento cincuenta y nueve veces. En ocasiones aparece en narraciones de acontecimientos que ocurrieron; en otras, como en el Apocalipsis, son figuras metafóricas de adoración, pero no por ello menos apreciables. De todas ellas, la más impresionante es la oración del propio Jesús a Dios Padre en el Huerto de los Olivos: tres evangelistas -San Mateo, San Marcos y San Lucas- coinciden en afirmar que rezó postrado.
      Al ponernos de hinojos, el gesto corporal y el significado espiritual forman una unidad que, como bien señala el Papa Benedicto XVI, es del todo inseparable debido a la unidad físico-espiritual del ser humano. En su obra El espíritu de la Liturgia, publicada como Cardenal Ratzinger, estudia la cuestión con un párrafo muy acertado:
     “La expresión con la que Lucas describe el acto de arrodillarse de los cristianos (theis ta gonata) es desconocida en el griego clásico. Se trata de una palabra específicamente cristiana… Puede ser que la cultura moderna no comprenda el gesto de arrodillarse, en la medida en que es una cultura que se ha alejado de la fe, y no conoce ya a aquél ante el que arrodillarse es el gesto adecuado, es más, interiormente necesario. Quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse. Una fe o una liturgia que no conociese el acto de arrodillarse estarían enfermas en un punto central. Allí donde este gesto se haya perdido, hay que volver a aprenderlo, para permanecer con nuestra oración en comunión con los apóstoles y mártires, en comunión con todo el cosmos y en unidad con Jesucristo mismo”.
     En su primera Exhortación Apostólica, Sacramentum Caritatis (2007), el Santo Padre reafirma esta opinión:
     “Un signo convincente de la eficacia que la catequesis eucarística tiene en los fieles es sin duda el crecimiento en ellos del sentido del misterio de Dios presente entre nosotros. Eso se puede comprobar a través de manifestaciones específicas de veneración de la Eucaristía, hacia la cual el itinerario mistagógico debe introducir a los fieles. Pienso, en general, en la importancia de los gestos y de la postura, como arrodillarse durante los momentos principales de la plegaria eucarística”.
     De la misma opinión, el (entonces) Secretario para la Congregación para el Culto Divino, Monseñor Albert Ranjith, recuerda como en el postconcilio se introdujeron cambios de manera abusiva, que aún se mantienen a pesar de los efectos nocivos sobre la fe y la vida litúrgica de la Iglesia como la comunión recibida en la mano, la abolición de la barandilla en el presbiterio, de los reclinatorios en las iglesias y la introducción de prácticas que obligan a estar sentados o de pie durante la elevación del Santísimo Sacramento.

   Los usos tradicionales de la liturgia católica están respaldados teológicamente y no son meras reliquias. Por eso el conocimiento de estos usos y su motivación es interesante para todos…

sábado, 7 de enero de 2017

AÑO LITÚRGICO 2017

   ANUNCIO DE LAS CELEBRACIONES MÓVILES DEL AÑO LITÚRGICO 2017
     
     El día 6 de enero, solemnidad de la Epifanía del Señor, en la Misa, después de la lectura del evangelio, es recomendable proclamar el anuncio de las celebraciones litúrgicas móviles del año:

    Queridos hermanos:
     La gloria del Señor se ha manifestado y se continuará manifestando entre nosotros hasta el día de su retorno glorioso.
     En la sucesión de las diversas fiestas y solemnidades del tiempo, recordamos y vivimos los misterios de la salvación. Centro de todo el Año litúrgico es el Triduo Pascual del Señor crucificado, sepultado y resucitado, que este año culminará en la noche santa de Pascua que, con gozo, celebraremos en el día 16 de abril. Cada domingo, Pascua semanal, la santa Iglesia hará presente este acontecimiento, en el cual Cristo ha vencido el pecado y la muerte. De la Pascua fluyen, como de su manantial, todos los demás días santos: el Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, que celebraremos el día 1 de marzo. La Ascensión del Señor, que este año será el 28 de mayo. El domingo de Pentecostés, que este año coincidirá con el día 4 de junio. El primer domingo de Adviento, que celebraremos el día 3 de diciembre.
     También en las fiestas de la Virgen María, Madre de Dios, de los apóstoles, de los santos y en la Conmemoración de todos los fieles difuntos, la Iglesia, peregrina en la tierra, proclama la Pascua de su Señor. A él, el Cristo glorioso, el que era, el que es y el que viene, al que es Señor del tiempo y de la historia, el honor y la gloria por los siglos de los siglos.
R/ Amén.