ESPAÑA TIERRA DE MARÍA

ESPAÑA TIERRA DE MARÍA

viernes, 28 de abril de 2017

EL NUEVO MISAL ROMANO


     
     El I Domingo de Cuaresma, la Iglesia española estrenaba una nueva versión del Misal Romano. Desde ese día hemos escuchado y visto los cambios que esta nueva traducción introduce en la celebración de la Santa Misa y que queremos desarrollar en este número de “Piedras Vivas”.

    La importancia del Misal

     El Misal Romano es uno de los libros litúrgicos más importantes de la celebración de la Iglesia, texto indispensable para la celebración de la Sta. Misa. En él, la parte fundamental está compuesta por las oraciones que se necesitan para la celebración de la Eucaristía, pero, además, se describen los ritos que se desarrollan durante la misma (gestos, movimientos, posturas, etc…) y quiénes intervienen en cada ocasión (celebrante, concelebrante, acólito, lector, salmista…). Tanto las oraciones como los ritos contenidos en el misal actual son herencia de la larga historia litúrgica de la Iglesia en sus diversos tiempos, momentos, sensibilidades espirituales y acentos teológicos.

     ¿Es un Misal nuevo?

     El 20 de abril de 2000, el papa Juan Pablo II aprobó la tercera edición oficial, llamada típica, en lengua latina, del Misal Romano promovido por el Concilio Vaticano II. A partir de este texto se elaboran las diferentes traducciones a las lenguas de cada pueblo. Ahora se publica en España la traducción al español de esta edición oficial latina. Realmente no estamos ante un “nuevo misal”, expresión que se usa a veces pero que no es correcta, sino ante una nueva edición del ya existente. Esta nueva traducción de todo el Misal, atiende a los nuevos criterios de la Santa Sede así como a los cambios culturales y lingüísticos de los últimos años. El elemento más identificable de esta nueva traducción es el cambio en las palabras de la consagración del vino. «Por muchos» La variación de la fórmula de la consagración del cáliz busca la mayor fidelidad al texto original. En lugar de la que conocíamos hasta ahora “que será derramada por vosotros y por todos los hombres”, se dice: “por vosotros y por muchos”. ¿Por qué “por muchos”? ¿No murió el Señor por todos? “Por muchos” fueron las palabras mismas del Señor al instituir la Eucaristía, como se narra en los Evangelios según San Mateo 26,28 y San Marcos 14,24. La voluntad de Dios en Cristo es la redención de todos los hombres, pero no todos la aceptarán ni querrán beneficiarse de la redención, sino “muchos”. La salvación no es automática: “¡esforzaos en entrar por la puerta estrecha...!”

    Ordenación del Misal Romano

     La nueva edición del Misal contiene una nueva Ordenación del Misal Romano (OGMR) que es la introducción a toda la celebración de la Eucaristía. Ahora se han ampliado algunos capítulos, se han aclarado algunos puntos y se ha dado mayor importancia a la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo diocesano. ¿Afectan estos cambios a los fieles? Algunas de esas indicaciones se refieren a nuestra actitud y participación en la ceremonia eucarística:
Tras el “Oremos”, es conveniente que exista una pausa, para que todos eleven sus súplicas en el corazón, y tras esa pausa de silencio el sacerdote “recolecta” esas oraciones recitando la oración colecta (de ahí su nombre).
No se pueden sustituir las lecturas bíblicas y el salmo responsorial por otros textos no bíblicos.
En la proclamación del Evangelio, se subraya su importancia destacando que “los presentes se vuelven hacia el ambón”. » Las preces o peticiones que sean leídas por un solo lector, y que sean sobrias, formuladas con sabia libertad, en pocas palabras”.
Todo el pueblo fiel se pondrá en pie al decir el sacerdote: “Orad, hermanos, para que este sacrificio...” y no después. » Los fieles, estarán de rodillas en la consagración, a no ser que alguna causa lo impida.
El rito de la paz recupera la sobriedad y brevedad que siempre ha tenido: “Conviene que cada uno exprese sobriamente la paz sólo a quienes tiene más cerca” y aclara que el sacerdote no abandona el presbiterio durante el rito de paz.
Al comulgar, es importante el diálogo de fe entre el ministro y el fiel. Cuando el sacerdote presenta al Señor sacramentado nos dice “El Cuerpo de Cristo” a lo que el fiel responde “Amén” comulgando inmediatamente, con respeto, delante del ministro. Además, antes de comulgar, hay que hacer “la debida reverencia”, es decir, inclinación profunda ante el Santísimo (o genuflexión) antes de comulgar.

    Otras novedades

     Además se han añadido nuevos textos litúrgicos para evitar las repeticiones, especialmente en las Misas propias de cada tiempo litúrgico. También se han incorporado algunos formularios para las Misas rituales y votivas y se han retocado algunos textos, especialmente en las Misas por diversas necesidades. El propio de los santos, es decir, las misas propias de los santos de la Iglesia ha aumentado con la incorporación de nuevos santos canonizados desde la última edición del Misal. Asimismo, se han unificado los títulos de las fiestas dedicadas a la Virgen María.


Piedras Vivas Abril 2017.


jueves, 20 de abril de 2017

CRISTO HA RESUCITADO ¡ALELUYA!

 Querido amigo:
 
     ¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Cristo ha Resucitado, ¡Aleluya!      Mi más sincera y afectuosa felicitación para ti y los tuyos. Te he encomendado al Señor resucitado en la celebración de la Pascua de Resurrección, a El que llena de gozo nuestros corazones y nos dispone a vivir las incontables gracias del Señor, que vive para siempre con la gloria y poder que le corresponde como Dios que es, e intercede ante el Padre permanentemente por nosotros...

    Una vez que Cristo ha resucitado, con nuestro corazón ensanchado por la gracia de esta vida nueva, comprendemos mejor que ha de pasar por nuestro corazón todo lo que cabe en el suyo, esto es, nuestra salvación. Él nos ha enseñado a amar dando la vida para resucitar con El, y no pueden dejar de dolernos las tragedias de nuestra sociedad.
     En estos días no han faltado tampoco motivos de dolor y preocupación. Creo, por tanto, que debemos tener muy presentes y encomendar a los cristianos coptos asesinados (al menos 45) en dos atentados cometidos por Daesh en sendos templos de esta comunidad en Egipto: la Catedral de San Marcos, en Alejandría, y la Iglesia de San Jorge, en Tanta, al norte de El Cairo. Estas masacres han coincidido intencionadamente con el Domingo de Ramos, festividad que abre las celebraciones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En diciembre pasado, la misma organización terrorista golpeó a los coptos egipcios en plena Navidad con un ataque que causó 25 muertos. Al parecer las comunidades cristianas de Siria, Irak y Egipto son un objetivo estratégico de los terroristas islamistas, porque representan la diversidad religiosa de una región que fue la cuna del cristianismo. Queda al descubierto con el ensañamiento que ponen en su persecución y asesinato masivo. La limpieza religiosa de la región está en marcha, mientras la comunidad internacional asiste a ella de brazos caídos, como si fuera un hecho inevitable. Además de desestabilizar a Egipto pretenden, al parecer, crear un clima de terror ante la cercana visita del Papa Francisco al país, prevista para finales de este mes. El Santo Padre y la Iglesia Católica ocupan páginas llenas de odio y amenazas en las últimas publicaciones de Daesh, porque los considera aliados de Occidente. Oremos por los cristianos perseguidos quienes, por otra parte, han celebrado con inmensa alegría a Cristo resucitado, por quien siguen dispuestos a dar la vida; y por el próximo viaje apostólico del Papa Francisco.
      Vale la pena ver el vídeo de cómo han celebrado la victoria de Cristo sobre el mal, el odio y la muerte, estos masacrados coptos, un testimonio vivo de fe y esperanza cristiana, verdadero ejemplo para nosotros...


+ Rafael Zornoza BoyObispo de Cádiz y Ceuta
(Carta de felicitación por la Pascua)         

sábado, 15 de abril de 2017

TÚ ILUMINAS ESTA NOCHE SANTA


Exulten por fin los coros de los Ángeles,
exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria de Rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación.

Goce también la tierra,
inundada de tanta claridad,
y que, radiante, con el fulgor del Rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla
que cubría el orbe entero.

     ¡Alégrese el cielo, goce la tierra! Este día ha brillado para nosotros con el resplandor del sepulcro más que si resplandeciera con el sol. Oh luz bella, has revestido de súbita claridad a los que vivían en tinieblas y sombras de muerte. Porque al descender Cristo a los infiernos, su eterna noche ha resplandecido inmediatamente y han cesado los lamentos de los afligidos; las ataduras de los condenados se han roto y caído; los espíritus malignos se han sobrecogido de estupor, abatidos por un trueno.
     Desde que Cristo ha descendido, las sombras, ciegas en su negro silencio y encorvadas por el temor, murmuran entre sí: ¿Quién es éste tan temible y resplandeciente de blancura? Jamás nuestro infierno ha recibido a otro semejante; jamás el mundo ha arrojado a otro semejante en nuestro abismo. Si fuera culpable, no sería tan audaz. Si algún delito lo ennegreciera, jamás podría disipar nuestras tinieblas con su resplandor. Pero si es Dios, ¿qué hace en la tumba? Si es hombre, ¿cómo se atreve? Si es Dios, ¿por qué viene? Si es hombre, ¿cómo libera a los cautivos? ¡Oh cruz, que desbaratas nuestros placeres y provocas nuestra desdicha! El madero nos enriqueció y el madero nos arruina. ¡Ha perecido este gran poder siempre temido por los pueblos!
Eusebio el Galicano, obispo. 

Esta es la noche en que,
rotas las cadenas de la muerte
Cristo asciende victorioso del abismo…

¡ Qué noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano y lo divino ! ...

Que el lucero matinal encuentre ardiendo,
ese Lucero que no conoce ocaso,
y es Cristo, Tu Hijo resucitado,
que al salir del sepulcro,
brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos.



RIQUEZAS DE LA LITURGIA


Stabat Mater dolorosa: himno mariano en la Pasión 

     Considerado uno de los siete himnos latinos más grandes de todos los tiempos. Se basa en la profecía de Simeón de que una espada iba a traspasar el corazón de su madre, María (Lc 2, 35). El himno se originó en el siglo XIII durante el pico de la devoción franciscana al Jesús crucificado y ha sido atribuido al Papa Inocencio III (d. 1216), San Buenaventura, o más comúnmente, Jacopone da Todi (1230-1306), que es Considerado por la mayoría como el verdadero autor.

     El himno se asocia a menudo con las Estaciones de la Cruz. En 1727 fue prescrito como una Secuencia para la Misa de los Siete Dolores de María (15 de septiembre), donde todavía se usa hoy. Además de esta misa, el himno también se utiliza para el Oficio de las lecturas: en vísperas, "Stabat Mater dolorosa"; en maitines, "Sancta Mater, istud agas"; en laudes, "Virgo virginum praeclara". Hay un espejo de este himno, Stabat Mater speciosa, que hace eco de la alegría de la Santísima Virgen María en el nacimiento de Jesús.


viernes, 14 de abril de 2017

EL TRIDUO PASCUAL Y SU SIGNIFICACIÓN


       La pascua de los primitivos cristianos, entremezclada con la experiencia de la comunidad apostólica, giraba en torno a una sola celebración. El criterio místico de la concentración dominaba sobre el cronológico de los tres días, que se impuso más adelante. La pascua era la gran celebración de la noche. Su celebración concentraba la unidad de la historia de salvación desde la creación a la parusía.
     Pronto esta vigilia pascual fue precedida de uno o más días de ayuno, los cuales se transformaron progresivamente en el triduo del viernes, sábado y domingo, dedicados, respectivamente, a la muerte, sepultura y resurrección del Señor.
     El triduo pascual, vislumbrado ya en Orígenes, nos lo descubre no como una indicación cronológica, sino de sentido teológico y litúrgico. Comentando Os 6,2, dice: Prima die nobis passio Salvatoris est et secunda, qua descendit in infernum, tertia autem resurrectionis est dies, (El primer y el segundo día son para nosotros el sufrimiento del Salvador, que bajó a los infiernos, y el tercero es el día de la resurrección).
     Llegados al s. IV, encontramos una formulación teológica litúrgica bien precisa del triduo sacro. En san Ambrosio podemos leer: "Triduo en el que ha sufrido, ha reposado y ha resucitado el que pudo decir destruid este templo y en tres días lo reedificaré". Entre otras escogemos la conocida expresión de Agustín: Sacratissimum triduum crucifixi, sepulti et suscitati. (Triduo sacratísimo de la crucifixión, sepultura y resurrección)
     La doble tradición acerca del nombre de pascua contribuyó también a forjar la teología del triduo. Al entrar en crisis la primitiva, la asiática (pascha-passio), en el s. IV, va adquiriendo preponderancia la occidental al tener conocimiento de la alejandrina (pascha-transitus). La traducción latina de la Vulgada de Ex 12,11 de la palabra pascua como paso, (transitus) está en la base del nuevo acento teológico.
     Al interpretarse pascua por paso, como lo hace por primera vez Clemente de Alejandría, resulta muy adecuada para significar el principio y el término del triduo. Será el vehículo de una teología que permite poner de relieve los aspectos morales, ascéticos y doctrinales de la pascua. Los autores cristianos expresan así la dimensión cristológica, sacramental y escatológica de la fiesta.

CELEBRACIÓN LITÚRGICA DEL SANTO TRIDUO

     Santo Triduo Pascual es el título del misal, puesto inmediatamente antes de la misa vespertina de la cena del Señor. El epígrafe Santísimo Triduo Pascual de la muerte y resurrección del Señor, en la oración de las horas, encabeza los oficios que empiezan por las vísperas del jueves de la cena del Señor. En el leccionario, con menor precisión, la Misa Crismal del jueves va precedida de la expresión triduo pascual. El nuevo Ordo Lectionum el orden de las lecciones del año 1981, rectificando, pone la Misa Crismal en la cuaresma, y la palabra triduo precede a la Misa de la cena.
   Para las normas universales sobre el año litúrgico, el triduo pascual de la pasión y de la resurrección del Señor comienza con la misa vespertina de la cena del Señor, tiene su centro en la vigilia pascual y acaba con las vísperas del domingo de resurrección.
     Hasta aquí una síntesis de la normativa actual según los libros litúrgicos promulgados después del concilio Vat. II…
 … Las bases  bíblicas y patrísticas en ningún caso incluían el jueves santo, ni siquiera parcialmente. Para la iglesia, el triduo pascual de la pasión y resurrección del Señor es el punto culminante de todo el año litúrgico. El triduo pascual, propiamente, comprende los tres días de la muerte, sepultura y resurrección del Señor. Así se explica que la liturgia de las Horas del jueves tenga el carácter de una feria de cuaresma. En todo caso, las vísperas de los que no participan en la misa vespertina, que ocupa el lugar de las primeras vísperas, y la propia eucaristía, son como la introducción del triduo.
      No se olvide que la única celebración litúrgica de estos días, en los orígenes, era la de la vigilia pascual. Es esta dinámica propia, que va de la austeridad a la alegría y de la muerte a la vida, la que lleva impresa el orden y sentido de las celebraciones del triduo, desde este prólogo del jueves, bien significado en la lectura profética de la pascua del Éxodo.
                                                                                                                                                           Joan Bellavista


BIBLIOGRAFÍA: Bernal J.M., Iniciación al año litúrgico, Madrid 1984; Cantalamessa R., La Pasqua della nostra salvezza, Turín 1971; Capelle B., Problémes de pastorale liturgique. Le vendredi saint, en Questions liturgiques el paroissiales 34, 1953, 251-274; Durwell F.X., La resurrección de Jesús, misterio de salvación, Barcelona 1962; Jounel P., Le Triduum pascal, en L'Église en Priére IV, La liturgie et le temps, Tournai 1983, 46-68; Léon-Dufour, La resurrección de Jesús y misterio pascual, Salamanca 19783; VV.AA., La liturgie du Mystére Pascal, en La Maison Dieu 67 (1961).

miércoles, 5 de abril de 2017

REUNIÓN ANUAL DE ZONA

          El sábado 25 de Marzo celebramos la reunión anual de zona de Andalucía Occidental (Diócesis de Córdoba, Cádiz, Asidonia-Jerez, Sevilla y Huelva), convocado por el Jefe de zona Don Ricardo Nieto, que este año como estaba previsto tuvo lugar en la bonita localidad de Bollullos Par del Condado en Huelva.
     Después de saludarnos y de desayunar, nos dirigimos a la Iglesia de Santiago Apóstol, situada en el centro de la ciudad, en la plaza del Sagrado Corazón, frente al Ayuntamiento. Saludamos al párroco y visitamos con él la Iglesia por dentro que tiene tres naves y capillas laterales de origen mudéjar y altar mayor Barroco. A continuación nos reunimos en los locales parroquiales, saludándonos el jefe de zona Don Ricardo Nieto.


     En esta ocasión contamos con la presencia del nuevo presidente nacional Don José Luis Auyón, recién elegido y confirmado por la Conferencia Episcopal. A continuación los presidentes diocesanos expusieron las actividades de cada diócesis y los censos de las mismas.
     A continuación hubo un debate sobre la actualidad de la Adoración Nocturna y muchas preguntas al Presidente Nacional aprovechando como es lógico su presencia. Después nos dirigimos a la ermita de Nuestra Señora de la Merced, patrona de Bollullos Par del Condado, donde tuvo lugar la Santa Misa y preces por nuestros difuntos, presidida por nuestro consiliario de la Diócesis de Huelva Don Diego Capado Quintana y concelebrada con el párroco de la Iglesia del Apóstol Santiago Don Antonio Fidalgo.
     Una vez terminada la Eucaristía, tuvimos una comida de hermandad en la ermita, muy bien preparada y es justo decir la buena organización de toda la jornada y las atenciones a todos los asistentes del Presidente Diocesano de Huelva don Higinio Espinas.


Pedro Holgado Retes - Presidente Diocesano Asidonia-Jerez