ESPAÑA TIERRA DE MARÍA

ESPAÑA TIERRA DE MARÍA

sábado, 28 de julio de 2018

LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA ES:

Afirmación expresa, ante los hombres, de nuestra fe en la presencia sacramental permanente de Cristo en la Eucaristía, que deriva del sacrificio y se ordena a la comunión.
Búsqueda de una vivencia más intensa del misterio eucarístico para llenarnos de él y hacerlo vida en nosotros.
Compromiso concreto de ser, con nuestra vida, testimonio de la realidad del amor de Dios presente entre los hombres.

     “San Agustín ha expresado este sentimiento deforma cabal cuando dice que no sólo no pecamos adorando la carne que Cristo nos da a comer, sino que pecamos no adorando."
J. A. SAYÉS, La Presencia real de Cristo en la Eucaristía BAC, Madrid, 1976
  
SER ADORADOR ES: 

— Disfrutar especialmente del regalo infinito que supone la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento.
— Conversar personalmente con Él en su domicilio terrestre durante el silencio de la noche, como Nicodemo.

     "Jesús no es una idea, ni un sentimiento, ni un recuerdo. Jesús es una persona viva siempre, y presente entre nosotros. "
JUAN PABLO II, Discurso del 8.11.1978
     “Cristo personalmente presente, junto a la luz vacilante de la lámpara solitaria, sigue exigiendo una respuesta personal, invitando al diálogo a los que le adoran con fe."
PABLO VI, Radiomensaje al VII Congreso Eucarístico Nacional Perú -30.8.1965

     Como Adoradores agrupados en Turnos, con días de vigilia señalados y cubriendo  distintas horas de vela, debemos sentirnos dentro de la Iglesia cumplidores de la misión que a  Ésta encargó el  Señor cuando pidió que oráramos ininterrumpidamente:

     "Llevamos en la entraña de nuestra propia vida el espíritu comunitario que es la esencia misma de la Iglesia: juntos rezamos, juntos cantamos, juntos damos gracias, juntos lloramos nuestros pecados y nuestras miserias, y juntos nuestros corazones piden a Dios las gracias necesarias para la salvación de los hombres."

Mons. ÁNGEL SUQUÍA, Arzobispo de Santiago de Compostela Conferencia del Centenario

    La identidad del Adorador se define por lo que cree, por lo que practica y por los compromisos que acepta en el quehacer eclesial.
     Creemos todo lo que cree y enseña como revelado por Dios el Magisterio infalible de la Iglesia. Explícita y especialmente, hacemos profesión de las verdades de fe relacionados con el Misterio Eucarístico.






No hay comentarios:

Publicar un comentario